Sentados sobre una roca frente al inmenso océano, los padres de Joshua Isaías Gutiérrez Noruega se abrazan en silencio, con la mirada fija en el horizonte. La esperanza de volver a ver a su hijo los mantiene firmes, resistiendo el dolor de la incertidumbre.
El niño, de 13 años y originario de Granada, desapareció el pasado domingo en playa Popoyo, municipio de Tola, luego de ser arrastrado por las fuertes corrientes mientras disfrutaba con su familia. Desde entonces, el mar no ha devuelto rastro alguno del menor.
Las labores de búsqueda continúan con el apoyo de cinco buzos y pobladores que, impulsados por la solidaridad, recorren las aguas con la esperanza de hallar alguna señal. Sin embargo, para los padres de Joshua, cada ola que rompe en la orilla es un recordatorio de su ausencia y, al mismo tiempo, una promesa de que aún puede regresar.